En el siglo XIX, la asistencia religiosa en Alcalá del Júcar aún era mantenida por un cura y dos presbíteros, pasándose en el siglo XX a mantener un cura y un párroco para todo el territorio. Luego, Alcalá pasó a disponer de dos curas, uno de los cuales se encargaba de Las Eras y de Alcalá y el otro de las aldeas de Tolosa, La Gila y el Cerro, mientras que a Zulema la asistía el cura de Casas de Ves.
La importancia del clero en toda España es muy inferior a la que tuvo en siglos anteriores. Como se puede apreciar en el Catastro de Ensenada (1752), el clero de Alcalá del Júcar suponía el 15’66 % de la población. Para hacerse una idea de la importancia del clero en aquella época vemos qué, donde entonces había 11 sacerdotes y dos sacristanes para una población semejante a la actual, ahora no hay más que uno para Alcalá del Júcar, sus aldeas y La recueja.
«Alcalá del Júcar» de José Luís Valiente Pelayo https://casarurallabodeguilla.com