Alcalá del Júcar y su privilegio de Villazgo

Alcalá del Júcar y su privilegio de Villazgo.
El día 18 de abril de 2014  se celebró en el ayuntamiento de Alcalá del Júcar el 650 aniversario del privilegio de villazgo concedido a Alcalá del Júcar.
En el mismo acto se hizo entrega de una reproduccion del mismo a todos los asistentes con una charla explicativa.

RECREACIÓN DEL PRIVILEGIO DE VILLAZGO DE ALCALÁ DEL JÚCAR
El documento original, hoy en día perdido, se conservó durante mucho tiempo en el archivo del Ayuntamiento de Alcalá del Júcar, En el año 1753 sabemos que se encontraba en las dependencias municipales pues su contenido es transcrito por el escribano e insertado en la documentación que se elabora para confeccionar el catastro de la Ensenada. Gracias a esto conocemos no sólo su texto sino también su aspecto, pues se nos describe como “privilegio rodado”, escrito en pergamino con sello de plomo colgado y pendiente en un cordón de seda de todos los colores. Con todos estos detalles y sabiendo que los privilegios responden a una tipología muy determinada, nos pareció adecuado realizar una recreación del mismo tal y como debió ser el original del año 1364.
¿QUÉ ES UN PRIVILEGIO?
El Privilegio rodado es un tipo de documento que aparece en la Edad Media. El nombre deriva de sus dos características principales; “privilegio” porque jurídicamente es una concesión real o ventaja exclusiva que el monarca otorgaba especialmente a una comunidad, lugar o señor. Vinculados en un principio a la repoblación, su uso se asoció con la exención de impuestos para atraer población a zonas recién conquistadas. Y la segunda característica es la rueda central que envuelve el signo del monarca, cuyo diseño fue variando con el tiempo, así, en el siglo XIII con el auge de la heráldica se cuartela el espacio central —aprovechando que la cruz de los antiguos privilegios ya dividía el círculo en cuatro partes— y se introducen los símbolos del reino, un castillo y un león. Durante el reinado de Pedro I —el rey que concedió el privilegio a Alcalá— se fija otra novedad que es el cua­drado que enmarca el círculo dejando unos ángulos internos o enjutas que servirán para decorar con mayor o menor prodigalidad esta parte.
Diplomáticamente hablando era el documento más solemne que expedía la Real Cancillería, su prestigio se reforzaba en aspectos externos como:

• El soporte utilizado, pergamino, la materia más cara y laboriosa.
• Las grandes dimensiones del documento, acorde con el hecho a resaltar;
• La letra, minúscula de privilegios, elegante y cuidada.
• El crismón o invocación religiosa con que comienza —monograma griego del nombre de Cristo, con alfa y omega inscrito en un círculo—.
• El sello de plomo unido con la cinta o torzal de seda que le daba carácter eterno, al tiempo que validaba y autentificaba más este documento.
• Las firmas de los confirmantes que rodean el signo, todas ellas de altos prelados y nobleza, aunque en la práctica fueran puro artificio cancilleresco pues es materialmente imposible que todas esas personas se reunieran para la redacción de cada documento.
• La rueda con dos o tres anillos concéntricos.

En resumen, un protocolo de detalles exhaustivo que le imprimía, al primer golpe de vista, ese carác­ter de solemnidad y gravedad que quería transmitir el documento. Como contraprestación también era el que pagaba las tasas más altas por su expedición.
Elvira Valero de La Rosa
Directora del archivo histórico Provincial de Albacete.
 
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