Alcalá del Júcar y sus Cuevas de Sal del Himalaya.
Además de Las cuevas de Masagó, el Diablo y las del Rey Garadén, Alcalá del Júcar cuenta con unas “Cuevas de sal del Himalaya” situadas en el Paseo de los Robles, 9.
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Estas cuevas están destinadas a un uso terapéutico y de relajación, en su construcción se han utilizado 12 toneladas de sal de las montañas del Himalaya y 5 toneladas del Mar Muerto, con lo que se consigue crear un microclima parecido al que podríamos encontrar en la orilla del mar.
A través de un ionizador salino se produce una niebla en la cueva, creando un constante microclima, una humedad en el aire del 55-60% y una temperatura entre 19º-20ºC, 45 minutos en la cueva de sal equivaldría a 3 días en la playa.
Entre las propiedades que nos proporciona la sal están las anti-inflamatorias, antibióticas, antialérgicas, cada respiración proporciona minerales y microelementos esenciales como son el magnesio, calcio, yodo, sodio, fosforo, hierro, etc..
Las sesiones de 45 minutos empiezan cada hora a partir de las 9 de la mañana hasta las ocho de la tarde, con un descanso entre la una y las cuatro de la tarde.
