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Festividad de Los fieles Difuntos en Alcalá del Júcar

DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS EN ALCALÁ DEL JÚCAR: el día de celebración es el 2 de Noviembre, pero como este día es laborable, desde tiempos inmemoriales se celebra el día anterior, festividad de “Tosantos” (Día de Todos los Santos). Este día es aprovechado por los alcalaeños para visitar a sus difuntos en el cementerio, dedicándose las mujeres a limpiar las lápidas y adornar las tumbas con velas y flores, destacando entre todas la denominada “cresta”; mientras tanto, la campana de la Iglesia hace sonar el “toque de difuntos”. Durante esa noche, se colocaban pequeñas cazueli- llas, o incluso platos, con aceite y lamparillas encendidas por los familiares difuntos más allega­dos. La galopante modernización también ha llegado a esta festividad, ya que estas lamparillas han sido sustituidas hoy en día por verdaderos cirios fabricados para tal efecto. Al principio era una velilla por cada familiar, ahora es uno o dos cirios para todos, siendo imprescindible que se apaguen por sí solos, ya que es señal de mal augurio el apagarlos antes de que ellos solos se con­suman. Para dar atan señalado día el aspecto macabro que se merece, esa noche se solían contar lúgubres historias que acababan con la valentía de los crios y no tan crios. Una arraigada creen­cia relacionada con el mundo de los muertos dice que, si alguien muere en domingo, antes de un año se llevará a la tumba a otro familiar. Otra costumbre era la de pintar la casa, tras la muerte en ella de algún pariente.
Las calles de Alcalá del Júcar
Una costumbre relacionada con la muerte, aunque no con el día de difuntos, es la de dar el pésame en la calle y junto al ataúd, colocándose para ello en fila los familiares más allegados al difunto; la fila la encabezan las mujeres y luégo los hombres. La actitud relajada de algunos párrocos con los que ha contado nuestro pueblo, ha hecho qué desaparezcan pequeñas costum­bres como la de ir el cura a recoger al muerto a su casa.
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Las comunicaciones con Alcalá del Júcar

Las comunicaciones de Alcalá del Júcar
Las referencias antiguas sobre la red de comunicaciones coinciden en denunciar las de­ficiencias de las mismas. Madoz, en el siglo pasado, nos dice que los caminos de la parte Norte eran llanos pero poco frecuentados, mientras que los del Sur eran ásperos y de herradura; las en­tradas del pueblo eran peligrosas e inaccesibles a los carruajes. También nos dice que el río solo era atravesable por el puente romano, ya que el camino conocido como Puerto Seco fue inutili­zado, siendo este camino el que servía de tránsito para Requena y otras villas.
Alcala del Jucar
Las carreteras o caminos vecinales que cruzan el término actualmente, vienen a enlazar con la carretera N-322, con dirección Valencia-Cordoba, que atraviesa nuestra comarca. Desde Albacete a Fuente Podrida (frontera con la provincia de Valencia) hay una distancia de 70 kms. Estos caminos vecinales o carreteras, construidas a base de piedra machacada en encajonamiento y después apisonada, están hoy modernizadas con riego asfáltico.

En lo que a nuestro término municipal se refiere, las vías que actualmente salen o llegan a él son:

–                       Alcalá del Júcar a Casas Ibáñez, por Las Eras, con una distancia de 14 kms.

–                        Alcalá del Júcar a Alpera, por Las Casas del Cerro, con un recorrido de 39 kms. Esta carretera tiene dos bifurcaciones que llevan a Aiatoz y Carcelén respectivamente.

–                        Alcalá del Júcar a Aiatoz, por un desvío de la carretera que lleva a Alpera, con un re­corrido de 21 kms.

–                        Alcalá del Júcar a Carcelén, por un desvío de la carretera que lleva a Alpera, con un total de 23 kms.

–                        Alcalá del Júcar a Alborea, por Zulema, con un recorrido de 10 kms.
–                        Alcalá del Júcar a Casas de Ves, por Zulema con un recorrido de 10 kms.

–                        Alcalá del Júcar a La Recueja, por la ermita de San Lorenzo y bordeando el río, con 12 kilómetros de longitud.

–                        Alcalá del Júcar a Villavaliente, por la aldea de Casas del Cerro, con 14 kms de re­corrido.

Además de estas carreteras, existen otras que comunican algunas aldeas entre sí o a las aldeas con la villa. Uña de ellas es la carretera entre Alcalá del Júcar y Tolosa, de aproximada­

mente 5 kms. y que bordea el río. La otra es la que partiendo de La Gila, conecta con la que se dirige desde el Cerro a Alpera. Hacia la aldea de Mariminguez no sale ninguna carretera, pu­diéndose acceder a ella tan solo por un camino vecinal que parte de Las Eras.
En lo que concierne a las comunicaciones por carretera, y para finalizar, hay que desta­car que en Alcalá del Júcar puede afirmarse que la comunicación con el exterior del término mu­nicipal alcanza hoy Un nivel muy elevados gracias a los vehículos particulares, ya que, las líneas de autobuses, hace tiempo que desaparecieron.
En cuanto a los autobuses, cabe citar que Alcalá del Júcar contaba con tres líneas regu­lares que pertenecían a otras tantas empresas. La primera línea, es la que se conocía popularmen­te como “La Gileña”. Este autobús partía en un principio de la aldea de La Gila pero, posterior­mente, salía de Carcelén para seguir por Alatoz, La Gila y Alcalá del Júcar; del pueblo se dirigía a Las Eras y Casas Ibañez y, tras pasar por Jorquera, volvía tras sus pasos para ir a Albacete. Es­te recorrido lo hacía a altas horas de la mañana, mientras que el recorrido contrario lo efectuaba al atardecer. Esta empresa de autobuses, debido a su recorrido, es la que se encargaba del trans­porte escolar para confluir en el Instituto de Bachillerato de Casas Ibañez.
Otra línea es la que llega a Albacete. Sale este autobús de Alcalá del Júcar y, bordeando el río, se dirige a La Recueja y Jorquera De ahí, se introduce en la llanura manchega para llegar a Bormate y tras pasar por Mahora, llegar a la capital de la provincia.
La tercera línea, era denominada “La Almanseña”. Este autobús, tras salir de Alcalá pa­saba por la aldea de Casas del Cerro y poco después recorría los pueblos de Viílavaliente y Alpera y terminaba su recorrido en Almansa, desde donde se podía conectar con el tren que se dirigía a Valencia o se cruzaba a otro autobús también con dirección a la capital del Turia.
También existió otra línea de autobuses que era conocida con el nombre de “La Cuba­na”. Este autobús, tras partir de Alcalá del Júcar, seguía por las aldeas de Las Eras y Zulema, pa­sando por Casas de Ves y Balsa de Ves, penetrando después en la provincia de Valencia por Cofrentes. De aquí seguía por Macastre y Torrente para finalizar su recorrido en la capital valencia­na. Como nota de interés, cabe decir que este autobús tenía su última párada en la “Posada de la Paja”, cerca de las Torres de Quart.
Pese a no tener parada en nuestro pueblo, siempre ha revestido especial importancia la línea conocida como La Requenense. Su parada más cercana siempre fue Casas Ibáñez, pero su importancia estriba en que es la que nos pone en contacto más rápidamente tanto con Albacete como con Valencia; en ambos casos, el recorrido se ha mantenido prácticamente idéntico hasta hoy en día Esta línea era, sin ningún género de dudas, “…una de las más importantes de Espa­ña en su ramo…” pues como dice una crónica de 1926 “…cuenta en la actualidad con unos veinte coches Automóviles dé la acreditada marca “Hispano Suiza”, todos muy cómodos y de gran capacidad, guiados por expertos conductores, pues antes de su ingreso son examinados escrupulosamente, lo que constituye una seguridad para el viajero”. Como bien dice esta mis­ma crónica, “Para venir desde la Capital, en los autos de la Requenense que salen hotel Francisquillo alas 8 déla mañana hasta Casas Ibáñez y desde este pueblo en otro auto, ó ca­rro del Correo.
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El Camino de La Vera Cruz en Alcalá del Júcar

La Vera Cruz a su paso por Alcalá del Júcar.
Relato de Valentín Linares para el blog entremontanas.

El Camino de La Vera Cruz en Alcalá del Júcar
El Camino de La Vera Cruz en Alcalá del Júcar

Parece ser que existió un viejo Camino de peregrinación, a través de los Pirineos, hasta la Ciudad Santa de Caravaca de la Cruz, y que este pasaba por Alcalá del Júcar. Hay hipótesis que señalen a la Orden del Temple como portadora del lignum crucis  desde su legendario origen en Jerusalén, coincidiendo seguramente con la sexta o séptima de las  Cruzadas, hasta Caravaca.
Es a partir de la existencia del Lignum Crucis en Caravaca de la Cruz cuando se van recuperando hechos que atestiguan la devoción a la Vera Cruz en esta parte de la península ibérica. Tambien hay clara referencia al desplazamiento de peregrinos desde partes lejanas hasta Caravaca, entonces tierra de frontera con el Islam. Además la aparición en el mismo siglo XIV, al parecer en 1384, del ritual del Baño del Agua, al que se le atribuyeron poderes milagrosos frente a adversidades de ámbito natural y frente a enfermedades.
En tercer lugar las Bulas de Clemente VII (1378-1394), desde Avignon, a favor de la Capilla de la Santa Cruz de Caravaca, deja clara y meridiana la realidad en aquellos momentos (1379, 1392) de la existencia de peregrinaciones. La presencia de los Caballeros de la  Orden de Santiago, custodios asimismo del Camino de Santiago, se convertiría a su vez en una garantía para quienes se atrevieran a peregrinar a Caravaca.
Una leyenda, que a día de hoy ya se ha constituido en tradición, establece que el Apóstol Santiago llegó a la Península Ibérica desembarcando en Cartagena (Murcia).
Se trata de una ruta que puede ser realizada en uno u otro de los sentidos. Bien partiendo del Camino de Santiago, ya sea Roncesvalles o Puente la Reina (Navarra) hacia Caravaca de la Cruz o, al contrario, llegar a Caravaca de la Cruz por El Camino de la Vera Cruz y desde allí partir hacia el Camino de Santiago, teniendo como objetivo Puente la Reina.
Puntos referentes:

  • En el antiguo Reino de Navarra: Puente la Reina (punto de partida o de encuentro en la ruta y Camino de Santiago), Artajona, Castejón y Tudela.
  • En el antiguo Reino de la Corona de Aragón:
    • Provincia de Zaragoza: Tarazona, Calatayud y Daroca;
    • Provincia de Teruel: Alfambra, Teruel y Libros.
  • En el antiguo Reino de Castilla:
    • Provincia de Albacete: Casas Ibáñez, Alcalá del Júcar,  Ontur y Hellín.
    • Provincia de Murcia: Calasparra y Caravaca de la Cruz.
    • Existe asimismo un camino que une Santiago de Compostela con Valencia, ya constatado en el siglo XVI y reflejado por Juan de Villuga, con el que se podría contactar en Utiel o Requena, ya cerca de Casas Ibañez.

De aquí se deduce que el Camino de La Vera Cruz pasaba por Alcalá del Júcar en dirección a Caravaca de La cruz ó, en sentido contrario, hacia el Camino de Santiago.
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