Etiqueta: Historia del Castillo de Alcalá del Júcar

El castillo de Alcalá vigia de la Hoz del Júcar

 

El Castillo de Alcalá del Júcar Vigia de la hoz del Júcar
El río Júcar corre por un lecho profundo abierto a través de los peñascos y laderas es­carpadas. Las aguas deí río, tomadas por medio de cinco presas, riegan la fértil aunque estrecha vega que, al igual que las de Jórquera y Villa de Ves, datan sin duda del tiempo de los árabes. Las cinco presas mencionadas anterior­mente están situadas en el pueblo de La Recueja (la superior), otra sobre el puente de Alcalá, y tres más abajo, en las huertas de Pardo y en los molinos de la aldea de Tolosa y Don Benito.
A la derecha del río, en .su parte superior y al Oeste de la población (a tres kilómetros), se encuentra la ermita de San Lorenzo: el sitio es delicioso; domina una gran porción de la pinto­resca ribera y, por él, desemboca en el Júcar la rambla de San Lorenzo, caudalosa en tiempo de lluvias, próxima a la cual hay una fuente de exquisita agua, y un pozo llamado Pocico Ochando, que antiguamente servía de abrevadero para los ganados, y que se halla en el camino que condu­ce a Villavaliente. También se encuentra a la derecha del río, la Casa del Cabezo, en suelo corta­do de regueros y barrancos, con un pozo que la surte de agua, y Los Pumarejos, qué son unos huertos abiertos entre quebraduras y vallejos, y que regados con el agua abundante de dos fuentes, crían buenos olmos y árboles frutales. Entre los manantiales, que podríamos adscribir a la vi­lla, destacan las denominadas “Fuentecillas”, las cuales se sitúan tras la peña, junto a las huertas de Santiago el de La Perola; también el Berrocal es famoso por sus aguas.
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SENDERO "EL MORRÓN" EN ALCALA DEL JUCAR

RUTA LILA:
SENDERO “EL MORRÓN”
Alcalá del Júcar-las Eras-Tolosa-Alcalá del Júcar
Salimos de Alcalá del Júcar desde el Castillo, tomando el camino empedrado que  por una fuerte pendiente asciende hacia el depósito del agua, abandonamos el camino para coger una senda que sale a la izquierda y nos dirigimos hacia Las Eras.
SENDERO "EL MORRÓN"  Alcalá del Júcar-las Eras-Tolosa-Alcalá del JúcarSENDERO "EL MORRÓN"  Alcalá del Júcar-las Eras-Tolosa-Alcalá del Júcar
Llegamos a la “Plaza de los Jardinillos”, junto a la Ermita, llegamos a “La Placeta”. Proseguimos por la derecha, en dirección Este. a través de la c/Avenida, pasaremos junto al Colegio Público “Profesor Tierno Galván”, cruzamos la carretera comarcal 3201 de Casas Ibáñez a Alcalá del Júcar, continuamos recto por la C/. Peñicas, nos incorporamos al “Camino de Las Eras a Casas de Ves”, salimos al “Camino de Alcalá del Júcar a Villa de Ves”, por el que continuamos a la derecha.
Seguimos por la derecha incorporándonos al “Camino de las Casillas de Tolosa”, a bandonamos el “Camino de las Casillas” para coger una senda que sale a la izquierda, entre varias casillas y corrales con muros de piedra, junto a las antiguas eras. Un alto en el camino nos permitirá contemplar, desde este punto, la espectacular panorámica del valle que ha labrado el Júcar. Frente a nosotros, en dirección Sur, divisamos la aldea de La Gila.
El camino nos lleva hasta las primeras casas en ruinas de Tolosa, en este punto la senda se hace camino. Giramos a la izquierda por la calle de la Iglesia. Frente a nosotros se sitúa el lavadero; a nuestra espalda queda la Ermita, tras dejar a nuestra espalda las últimas casas del pueblo, abandonamos la carretera tomando la senda que nos sale a la izquierda entre los olivos, para tomar el puente que cruza el río Júcar, en el embalse de Tolosa.
Al pasar el puente, continuaremos hacia la derecha por el “Camino de la Vereda de Tolosa”,
Llegamos a las primeras casas del pueblo. A nuestra derecha, en el cauce del río se sitúa la Estación de aforo de la Confederación Hidrográfica del Júcar. En la margen contraria podemos observar las instalaciones del camping. Al frente, en la cima del cerro divisamos las casas de Las Eras, llegamos al asfalto de la calle Olmeda. En este punto abandonamos el “Camino de la Vereda de Tolosa”, Finalizamos nuestro recorrido en Alcalá del Júcar.
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El escudo de Alcalá del Júcar

Escudo heráldico de Alcalá del Júcar.

En 1961, el ayuntamiento decidió poseer un escudo propio, por lo que se dirigió al cro­nista don Vicente Cadenas encargándole el informe pertinente sobre el escudo de armas que de­bía usar el pueblo, el cual se aprobó. Por fin, el Ministerio de la Gobernación autorizó el 6 de septiembre de 1961, previo consejo de ministros celebrado en La Coruña, el uso del actual bla­són por parte del Ayuntamiento. Posteriormente, con su publicación en fecha 14 de septiembre de ese mismo año, en el Boletín Oficial del Estado (n° 220, pág. 13426), nuestro pueblo pasaba a disponer ya del actual escudo Heráldico.
Escudo heraldico de Alcala del Jucar
Alcalá del Júcar

 


Está constituido por un puente de oro de tres ojos y mazonado de sable (negro), el cual se destaca sobre un campo de azul (que es azur en Armería). Corren bajo el puente raudas aguas que se pintan con esmalte azur, formando las olas con curvas de plata. Surmontada, sitúase una cruz de San Andrés, formada por dos troncos cruzados recor­tados de oro.

En lo que respecta a la corona cabe decir que, en un principio, la corona de los reyes medievales era abierta y se usó, de esta forma, hasta el reinado de los Reyes Católicos. Desde Felipe el Hermoso y Juana la Loca se empieza a usar en España la corona real cerrada. Esta se coloca encima del blasón y un poco separada; nunca debe tocar el escudo. La corona real está formada por un círculo de oro enriquecido de pedrería, realzado por ocho florones de hojas de acanto intercaladas con una perla cada una  (solo se ven cinco) y en el punto de intersección se coloca una bola del mundo y la cruz. Va forrada de gules.

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Frases celebres en Alcalá del Júcar

“Si buscas resultados distintos no busques siempre lo mismo.”
Albert Einstein  (nunca estuvo en Alcalá del Júcar)

Albert Einstein en Alcala del Jucar
 
“Vale más saber alguna cosa de todo que todo de una sola cosa”
Blaise Pascal (tendría que haber venido a ver Alcalá del Júcar)

Blaise-pascal en el blog de casarural la bodeguilla
 
“El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”
Aristoteles  (muy lejos de Alcalá del Júcar)

aristoteles en https://www.casarurallabodeguilla.com
 
“Si he hecho descubrimientos invaluables ha sido más por tener paciencia que cualquier otro talento”
Isaac Newton  (otro que se perdió Alcalá del Júcar)

isaac en alcala del jucar
 

Cuevas del Diablo y Rey Garadén en Alcalá del Júcar

Las cuevas del Diablo y las del Rey Garadén forman en la actualidad un conjunto unificado de turismo troglodítico dentro del casco urbano de Alcalá del Júcar, pero no siempre fué así ya que antes de su unión por su actual propietario, Juan “El Diablo”, estaban bien diferenciadas entre sí.
Alcala del Jucar-Cueva del diablo
Actualmente se encuentran conectadas por túneles y una gran escalera excavada en la montaña hasta lograr su conexión entre ambas.
Mientras que la cueva del Rey Garadén se cree que es de origen Íbero, por los distintos vestigios que podemos observar en sus pesebres y caballerizas, las del Diablo son de mas reciente construcción, dedicadas a corrales, alacenas y palomares,  y que en la actualidad componen los distintos habitáculos que pueden disfrutar los numerosos turistas que las visitan, y que dentro de las mismas a parte de su pequeño bar y una gran sala de Karaoke pueden ver infinidad de objetos antiguos recuperados por su dueño y un sinfín de fotos y recuerdos de las distintas personalidades ó famosos que las han visitado.
Alcala del Jucar-Cueva del diablo
Las cuevas del Rey Garadén, como anteriormente dijimos, son de origen Íbero, del siglo XIII aproximadamente, después fueron árabes antes que romanas hasta que pasaron a pertenecer al Marquesado de Villena.
Eran las antiguas caballerizas donde pasaban las noches los animales para alimentarse y descansar. En otros tiempos, por su altitud y excelentes vistas al río Júcar, fueron puestos de centinelas y control de aduanas para recaudar los impuestos de los que querían cruzar el río y pasar a la otra parte.
Alcala del Jucar-Cueva del diablo
Desde esta parte se ve la Hoz del Bolinche de Manazas, una de las tres que tiene el río en esta zona, junto a las Hoces de La quebrada y El Puntal, donde podemos observar unas vista muy bellas del Río Júcar a su pase por Alcalá del Júcar.

Historia del Castillo de Alcalá del Júcar

El castillo de Alcalá del Júcar y su Historia.
En nuestra provincia, encrucijada de caminos, no podían faltar los castillos.
Constituían un alto para los invasores que buscaban dominar tierras en el centró Corona de Aragón o en Al-Andalus. Pese a ello, y aunque no faltan castillos robustos en nume­rosas poblaciones, el estado de gran número de ellos es lastimoso. Como bien recoge Merino: “Con la paz, con la artillería y con el cambio de las costumbres, dejó de oírse el estrépito de las lanzas. Las antes atendidas fortalezas quedaron encomendadas a un solo alcaide, y aún este se retiró a poblado, … Luego vino el abandono absoluto, y con él las tareas de destrucción y la ruina, ya sin reparaciones posibles’.

castillo de Alcala del Jucar
Castillo Arabe en Alcala del Jucar

Y si la provincia cuenta con numerosos castillos, Alcalá del Júcar no iba a ser menos. Según las crónicas,  nuestro  castillo es de origen árabe y, al igual que el de Jorquera, posiblemente almohade.

La extensión del recinto ronda los 4.000 me­tros cuadrados y, pese a lo vistoso de su empla­zamiento, su ocupación debió depender del desti­no de los castillos de Jorquera y Ves, ya que al es­tar rodeado de cimas más altas (Las Eras y Las Casas del Cerro), lo hacían relativamente débil, máxime si tenemos en cuenta que la actual tone del homenaje no existía aún en esa época y que la original, la que había entonces, era mucho más baja. Quizás sea Roa y Erostarbe, según nuestra opinión, quien mejor haya definido la apariencia del castillo alcalaeño, al decir que sobre la peña se destacaba “...cual petrificada osamenta de co­losal gigante, las ruinas árabes de su castillo, en tiempos inexpugnable”.
Esta fortaleza se sitúa en lo alto de un peñón, y allí se encuentran las ruinas de las murallas y un importante albacar separado del resto del espolón por un foso artificial excavado en la piedra, el cual debería ser cruzado mediante una pasarela, ya que los puentes levadizos no se conocían en aquella época. Como se dice en viejas crónicas, Alcalá del Júcar “...tiene un castillo irruido en un espolon que vaja desde donde dicen El Cerro de la Orea, y como en la metad del declive que este tiene hasta el Rio se alia situado dicho Castillo, el que oy mantiene parte de sus murallas, por la parte del Norte, aunque por las demas partes no la necesita por circunbalarlo un cinto de piedra elevadisimo, y sin adbitrio para poderlo escalar…
Castillo Almoade de Alcala del Jucar
Separada del peñón por un precipicio, hay una pequeña muela llamada el Bolinche Manazas. La tradición oral alcalaeña dice esta se encuentra hueca y que antiguamente la usaban los que habitaban el castillo para subir agua del río. Esto ya era recogido por Tomás López en el si­glo XVIII, al decir que en esta peña se encuentra “…una mina que en su construcción primitiva no deja ya señales que fue echa artificialmente por la deboracion que en ella a hecho el salitre de que abunda todo este pais, pero se viene en conocimiento de su tendencia y positura que es­ta sirvió en su primitivo ser de conducto seguro para subir las aguas del Jucar y otros emolu­mentos que necesitasen los que ocupavan y guarnecían dicho Castillo….”. No obstante, en el Bolinche, actualmente solo se pueden apreciar cuevas artificiales que fueron dedicadas, hasta no hace muchas décadas, a palomares!
En realidad, quedan escasos restos del castillo islámico, reduciéndose éstos a las cortinas que bordean la plataforma, pues lo que conservamos pertenece alas reformas hechas por los cristianos. Encima de la fragua, también pueden verse los restos de la muralla antigua.
El castillo fue tomado definitivamente por Alfonso VII en 1211, “…e luego que tomó aquellos castillos, fortaleciólos e fízalos adobar e reparar muy bien”, añadiéndosele años des­pués la torre del homenaje. Esta torre tuyo su propio recinto de cortinas, que se mantiene en par­te, entrándose a la torre desde el camino de ronda, por una puerta que se conserva a cierta altura.
En la descripción que en 1579 hizo el gobernador y justicia mayor del Marquesado de Villena, don Diego Velázquez, por encargo de su señor el rey don Felipe, consta que “…esta Vi­lla tien un castillo grande él qual esta fundado sobre una peña muy alta tajada a la rredonda de su natural demas de setenta estados de alta la dicha peña y junto al dicho castillo en la di­cha peña ay un espacio de tierra como una plaza grande donde antiguamente bibia el dicho pueblo e agora no ay mas de los gimientos e la yglesia porque por la estrecura y con tienpos de paz se salieron a bibir a donde esta fundada la dicha Villa el qual edifigio de la fortalesa es de cal y canto muy hermosa e tiene dentro una gistema para el agua del gielo y dos mazmoras e dos molinos de manos y una puente lebadizay el trio de  Xucar casi gercala dicha fortaleza e peña y desde el dicho castillo pueden baxar a el trio por agua por una mina que ay fecha en la dicha peña”. Casi nada sobrevive. Ni que decir tiene que todo esto se refiere a tiempos en que ésta ladera, casi vertical, era un peñascal solo practicable por sendas que los del castillo trillaban para subir agua del río.
En 1803 se derrumbó parte del peñón que hay bajo el castillo; como dicen las crónicas la ruina fue de un pedazo de pared con almenas y su Cubo que existían sobre un peñasco, que arruinándose éste se llevó consigo lo antecedente y de las Casas que se arruinaron fueron como unas treinta”. Como veremos en otro apartado, murieron 26 personas aquella noche, ade­más de otros destrozos como un molino, el aterramiento de la acequia, la inutilización del puen­te, etc.
Con la llamada Guerra Carlista “…el anterior castfillo de moros fue reparado en la úl­tima guerra civil, añadiéndole un fuerte muro y otras obras para defensa dé la villa”. De hecho, en esta fortaleza tenía su base el denominado “Regi­miento del 5o Ligero”. Todavía se pueden ver las “clásicas aspilleras de aquella época, de la cual datan también los cañones que hasta hace unas décadas podían verse semienterrados entre las ruinas del cas­tillo.

Algún tiempo después, los habitantes del pueblo, utilizaron ésta moderna muralla y buena parte de los restos antiguos del castillo, para po­der construir sus casas en la ladera, ya que les resultaba más fácil bajar los materiales de la parte alta del castillo que tenerlos que subir por aquellas calles tan empinadas. Por suerte, este enorme sacrilegio cultural e histórico ha sido reparado en parte con la reconstrucción que se llevó a cabo hace ya algunos años y, gracias a la cual, podemos apreciar un magnífico ejemplo de arquitectura militar. En esta reconstrucción fue restaurada la torre del homenaje, que conserva su distribución interior; su puerta a nivel superior, que posiblemente constituiría el primitivo acceso y una serie de elementos interesantes. Adosado a la torre está un pequeño recinto en cuya muralla opuesta se apoyaría la pasarela ya que, como hemos dicho anteriormente, los puentes levadizos aún no se habian inventado.
Información recopilada para el blog de Casa rural La bodeguilla de Alcalá del Júcar.

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